miércoles, 29 de septiembre de 2010

Una lección de cortesía y urbanidad

En cierta ocasión Tomás Jefferson, quién entonces era presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, caminaba por una vía de la capital junto a un importante empresario. Mientras hablaban de diversos asuntos, un esclavo negro se cruzó con ellos y al reconocer al estadista lo saludó con gran cortesía. El presidente devolvió el saludo con mucha amabilidad y el empresario quedó sorprendido por el hecho, diciendo:


- Pero señor presidente, ¿Cómo es posible que usted se moleste siquiera en saludar a ese esclavo negro?

- ¿Cree usted – contestó Jefferson – que es bueno que un esclavo supere a un presidente en normas de cortesía y urbanidad?


En nuestra vida cotidiana ¿somos capaces de comportarnos como el presidente o más bien pensamos como el empresario?


¿Cuántas veces juzgamos y tratamos a los demás en función de nuestra posición económica, laboral y/o social?


¿Cuántas veces dejamos de saludar al que barre en la calle o el que maneja un autobús?


¿Cuántas veces vemos con desdén al peatón que se nos atraviesa?


¿Cuántas veces tratamos a conserjes y personal doméstico como seres inferiores?


¿Cuántas veces en el trabajo damos a nuestros superiores un mejor trato que el que ofrecemos a nuestros subordinados?


¿Cuántas veces nuestros amigos reciben más atención que nuestra pareja o nuestros hijos?


¿Cuántas veces…….?


¿Seremos capaces un día de tratar a todo el mundo por igual sin importar el dinero, la posición social, el color de la piel, la nacionalidad, su posición política y/o su fe religiosa?



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4 comentarios:

  1. Hola, George, la tecnología me ha traído hasta tu blog. Te felicito.
    No se si me recuerdas, soy aquel curita eudista (gocho) que alguna vez pasó circunstancialmente por tu vida en El Marqués (¿O sería al revés: que tú pasaste por la mía?). Bueno, lo que Dios quiso. Ánimos.Y saludos a tu querida mamá.

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  2. ¿Que tan cierta es la lectura?.

    Sea verdadera o no. Hoy leí un gran consejo-

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  3. ¡Buenísimo! Una verdad en la simplicidad de esta lectura. FELICITACIONES.

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