Mike tenía ya cuatro años en la empresa, destacándose como un trabajador ejemplar: era respetuoso, cumplía a cabalidad con su horario, nunca faltaba, hacía todo lo que le solicitaran y en ocasiones trabajaba los sábados o se quedaba hasta más tarde para terminar las cosas urgentes. Tenía grandes esperanzas de obtener un ascenso en la empresa cuando quedó vacante la plaza de un supervisor, sin embargo el puesto fue ocupado por Tomás, un compañero suyo que apenas tenía seis meses en la empresa.
Desilusionado y rabioso, tomó la determinación de hablar con el gerente para reclamar lo que él consideraba una gran injusticia. Cuando atravesó la puerta de la oficina, el gerente lo invitó a sentarse y le preguntó:
- Dime Mike, ¿Qué quieres?
- Con todo respeto – contestó Mike – vengo a mostrar mi desacuerdo por la designación de Tomás como supervisor. Él solo tiene seis meses en la empresa, en cambio yo tengo más de cuatro.
Espera un momento – dijo el gerente sin alterarse –, antes que continúes tengo que pedirte un favor urgente. Como sabes, en dos horas tendremos una reunión con todos los empleados de la empresa y nos faltan varias cosas. ¿Podrías ir a la librería que está cruzando la calle y averiguar si tienen carpetas azules.
Sin protestar, Mike salió un momento para cumplir con lo encomendado y regresó rápidamente.
- Cuéntame – dijo el gerente.
- Si, tienen las carpetas azules – dijo Mike.
- ¿Y cuanto cuestan?
- No pregunté.
- Bueno, no importa. Pero ¿tienen 150 para que alcancen para todos nosotros?
- Tampoco pregunté eso – respondió Mike –, pero si quiere voy un momento a averiguarlo y ya regreso.
- No, no hace falta. Gracias de todos modos. Siéntate que ya vamos a continuar con nuestra conversación. Pero antes dame unos minutos.
De inmediato el gerente llamó a Tomás y frente a Mike le pidió exactamente el mismo favor. Tomás se fue y poco tiempo después volvió.
Señor – dijo sin muchos rodeos –, si, tienen las carpetas azules que usted pidió y alcanzan para todo el personal. Buscando otras opciones, vi otras carpetas que aunque son de color verde me parecen de mejor calidad y cuestan cerca de 30 % menos. Aquí tiene el presupuesto de ambas opciones. También averigüé que si compramos junto con las carpetas los bloc de 50 hojas y los bolígrafos nos pueden hacer un descuento adicional. Tienen bolígrafos de tinta azul o negra, a nuestra conveniencia. Como les dije que es bastante urgente, ellos pueden preparar todo el material en menos de una hora e incluso traérnoslo si les tenemos el cheque listo. Basta con llamarlos a este número para confirmar el pedido.
Muy bien, dame unos minutos y te notifico la decisión – respondió el gerente, quién de inmediato dirigió su mirada a Mike –. Disculpa la demora, esto era urgente. Ahora si, dime, ¿de qué querías hablarme?
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