Aunque al principio todo parecía ir bien, la situación empezó a complicarse a la hora de comer. Posiblemente debido a su avanzada edad, la abuelita ya no se comportaba bien en la mesa: empezaba a comer antes que todos estuvieran servidos, ponía los codos sobre la mesa, jugaba con los cubiertos y con la comida, hacía cualquier cantidad de ruidos y lo que era peor, de vez en cuando salpicaba los alimentos a todo su alrededor, llegando incluso a los platos de los demás comensales.
El hijo y la nuera empezaron a preocuparse y a ponerse de muy mal humor cada vez que se sentaban a la mesa, ya que la forma de comportarse de la abuela era desagradable y un pésimo ejemplo para el pequeño de la casa. Un día se les ocurrió la idea de comprar una mesita individual para poner a comer la abuela al final del comedor, en un ángulo que no permitiera que el niño la viera y lo suficientemente alejada para que si salpicaba la comida ésta no llegara hasta los demás comensales. Así solucionaron el problema y se sintieron más calmados.
Pasaron algunos meses y un día, al llegar temprano a la casa, el papá vio a su hijo jugar con unos tacos de madera que apilaba de forma muy ordenada. En eso le preguntó:
- Hola hijo, ¿Qué hacer?
- Una mesita, papá
-¿Y que vas ha hacer con ella?
- No es para mí, es para ti. Se la estoy haciendo para que cuando seas abuelito y vivas en mi casa puedas comer en la sala – contestó el niño con mucho orgullo e inocencia.
Tratemos a las personas mayores de la misma manera en que nos gustaría que nos trataran a nosotros cuando lleguemos a esa edad. Recordemos que todos esperamos llegar a vivir muchos años y esperamos vivir con dignidad.
Los niños no aprenden lo que les dicen, sino lo que ellos ven. Ellos los tratarán a ustedes, de la misma manera que ellos ven que ustedes tratan a los demás. No importa cuantas veces ustedes le digan que tienen que ser buenos, gentiles, justos, amable, educados, solidarios, tolerantes, etc., ellos solo llegarán a serlo si ven a diario que ustedes también lo son..
Si un niño vive criticado, aprende a condenar
Si un niño vive avergonzado, aprende a sentirse culpable
Si un niño vive entre hostilidades, aprende a pelar por todo
Si un niño vive apreciado, aprende a apreciar
Si un niño vive con seguridad, aprende a tener fe
Si un niño vive con equidad, aprende a ser justo
Si un niño vive animado, aprende a confiar
Si un niño vive con tolerancia, aprende a ser tolerante
Si un niño vive con aprobación, aprende a quererse
Si un niño vive con aceptación y amistad, aprende a hallar amor en el mundo